Por José Núñez.
La fecha del día siete (7) de junio del año en curso, como todas las fechas, en su avance no tiene arientes ni parientes, mucho menos privilegios con absolutamente nadie, y además, ni el poder humano la puede detener, entonces, su eventual llegada es inexorable.
En este contexto, faltando menos de tres meses para el próximo 7 de junio, que es la mencionada fecha donde los partidos políticos deben llevar a la JCE las reservas del 20% de las candidaturas en los niveles congresuales y municipales.
También tienen que comunicar formalmente las alianzas que se hacen con otras organizaciones o agrupaciones políticas, según dispone la Ley 33-18 sobre Régimen Electoral y su Reglamento en el Art. 45.
Entonces, como en este lapso de tiempo no se pueden ejecutar campañas al aire libre ni en los medios masivos de comunicación porque lo prohíbe la ley, cómo, de qué manera podrá un aspirante interno nuevo o viejo, superar en las simpatías a otro que esté en sus funciones cuando quiera que lo dejen competir con el o los que el partido se quiera reservar?
Lo descrito anteriormente se ha convertido en exclusivo para los miembros que aspiran en el PLD, ya que son los únicos que van a realizar primarias abiertas en los espacios que no se lo reserve la alta dirección morada, es decir, su Comité Político, o igual, Danilo y Leonel.
Hasta el mandato legal, obra en contra de los nuevos aspirantes, y de los veteranos también, o sea, que se quedarán muchos dentro del PLD en «precandidatos de precandidaturas», cuando sean excluidos legamente de participar en las primarias abiertas por el 20% de la mencionada reserva.
Es que es una tarea muy difícil superar a uno que esté en su cargo electivo, porque los alcaldes, senadores y diputados, también los regidores, casi siempre realizan sus labores políticas y «sociales» con los recursos que reciben de sus respectivas instituciones.
Por lo tanto, solo serían desplazados de sus curules y los demás cargos electivos, los que estando en sus funciones, cuando la labor que ejecutan sea tan pésima, que aun ellos mismos pierden de ellos mismos.
Pero será muy difícil, por no decir imposible, a pulso limpio hacerse popular en tan corto plazo, por lo cual, no podrán evitar que los que están con «las ñoñas» sean vistos como los verdaderamente populares, y lo lamentable del caso, que no son tan populares nada, teniendo los demás aspirantes incluso, casi siempre, mejores potenciales para ejecutar una labor más digna y eficaz.
Esta forma de hacer activismo político electoral, en un espacio de tiempo tan limitado, con un método de promocionarse con muchas restricciones, es bastante probable, es más, es seguro que les van a romper la madre a prácticamente todos los nuevos aspirantes que están retando internamente a sus compañeros que poseen el espacio, especialmente en los cargos principales, como son los de senadurías y alcaldías, así como en las diputaciones.
Y mientras más grandes sean las provincias o comunidades, mucho más cuesta arriba será la tarea para ganarles a los precandidatos internamente, sí señor, esos que están peleando desde abajo con los que están disfrutando, combatiendo desde arriba, con una promoción abierta de cuatro años y más en el cargo al que fueron elegidos.
Es que de aquí al 7 de junio, sin tener spots de televisión, anuncios radiales ni vallas publicitarias, cómo se hace popular un político que a lo interno de su organización es bien ponderado y querido por casi todos, pero hacia afuera, en la población, poco conocido?
Con simples y esporádicas entrevistas, entregando volantes, haciendo actividades cerradas con gente que ya lo conoce en su gran mayoría, mientras que sus compañeros internamente, mucho o poco, resolviendo problemas personales, que siempre son muchísimo más en comparación con los que dan o regalan sus oponentes de la casa sin cargos y con pocas platas, la misión de estos precandidatos luce fallida, y eso, que no agregamos que los que aspiran a reelegirse son más conocidos, que es una condición vital para hacerse popular.
Esos precandidatos que no son funcionarios y de poca plata, tienen derechos a aspirar, pero en eso se van a quedar en el 98% de los casos, en simples precandidaturas, «van a morir pichón».
Es que la realidad, ya sea por el poco tiempo que falta (menos de tres meses), la falta de recursos económicos o por la competencia desigual de los que están montados en el palo, los aniquilarán sin ninguna contemplación, donde papá tiempo y Don dinero les darán la estocada final.
Así están las cosas con los soñadores de buenas intenciones, políticos platónicos en la era del pragmatismo y la presión social del exhibicionismo. En fin, es lamentable y hasta preocupante, pero es la realidad, nueva vez, y con un buen tiempo manifestándose en el terreno político electoral dominicano.
En otras palabras, ese 20% que empodera a las cúpulas de los partidos políticos, que se convierte en la primera y principal amenaza de los aspirantes a precandidatos, también tiene otras variables que afectan a otros sectores de los interesados, lo cual está representado en el 40% y el 10%, que por ley son exclusivos para darles sus espacios a las mujeres y a los jóvenes respectivamente.
En conclusión, ya se tiene el 20% apartado que por ley se puede señalar en las candidaturas oficiales, y es seguro que lo van a utilizar, además, un 40% para el sector femenino y el 10% para las personas de hasta 35 años y 11 meses, es decir, para la juventud, los que totalizan un 70%, o sea, que en la realidad, el combate entre los precandidatos es por el 30% restante, que por cierto, está en manos de los que quieren reelegirse. Bueeeeeeno.
Espero hayan entendido el mensaje señores aspirantes!!!